sábado, 17 de marzo de 2007

Una oda Elemental


“El cobre ahí
dormido.
Son los cerros del Norte
desolado.”
Es difícil dimensionar la cantidad de materia prima que nació en las tierras iracundas de nuestro país. Por ese mineral se ha levantado muchísimo polvo en el camino de la historia, generando conflictos a través generaciones, alguna vez pudimos decir que fue nuestro, que lo ganamos, que nos perteneció, ¿se podrá decir hoy?
“la mina es sólo el hombre,
no sale de la tierra
el mineral,
sale del pecho humano”
¿Quién se ha puesto a pensar en los hombres que enterraron su vida en estos túneles endemoniados?, el minero nunca fue un hombre racional, siempre fue tratado como un animal, solo para producir y aumentar las riquezas de los bien vestidos que traen sus pasos desde el extranjero. Desde las matanzas de las salitreras hasta unos pocos años atrás la vida al minero no le pertenecía.
“Ahora
ya no es verde,
es rojo
se ha convertido en sangre,
en sangre dura,
en corazón terrible.”
Las muertes son algo común en el rubro, antaño eran solo una estadística mas dentro de las miles de plantillas que circulaban en la mina, el esfuerzo del minero con picota en mano nunca fue bien pagado, aunque este diera su vida por el supuesto desarrollo del país. Me colma escuchar que cuando se creo el salitre sintético se diga que se desplomo la economía chilena, los únicos que perdieron fueron esos perros come vidas que vinieron a explotar nuestra gente. El cobre fue y ha sido lo mismo, aunque en estos tiempos la burguesía consume a los trabajadores del rojo metal.
“A donde llegue
el cobre,
utensilio o alambre,
nadie
que lo toque
verá las escarpadas
soledades de Chile”
Toda la humanidad disfruta de los avances tecnológicos, pero estos se realizan con materias naturales extraídas por gente esclava en muchas situaciones; vestimos ropa cosida por niños, en este caso es lo mismo, la energía llega a ustedes por cableado de cobre que fue otrora extraído por las manos de un trabajador muchas veces analfabeto, por un mediano minero que buscó solo subsistir y dar alimentación a las bocas de su familia.
“este se fue a Chicago
de paseo,
el cobre
se convirtió en cadenas,
en maquinaria tétrica
del crimen,
....
lo hicieron ayudante de la muerte
lo endurecieron y lo designaron
asesino.”
Todas las herramientas de matanza llevan cobre en su interior o casi todas, y si no llevan este hermoso metal llevan otro, la generosidad de la naturaleza a sido tergiversada, se ha cambiado la idea de existencia, se ha perdido la noción de la vida.
es hora
de dar
la huraña
mano abierta del cobre
a todo el ser humano”
Ya es tiempo que toda la humanidad disfrute de las producciones que ha logrado poseer la humanidad, es hora que las cosas se repartan de forma igualitaria, dejando de lado la temible desigualdad que todo lo cubre como una capa de polvo que opaca el brillo de las buenas intenciones. Chile aportará con su cobre al mundo y así los demás países aportarán con lo que posean, alguien debe dar el primer paso, buscaremos la revolución humana y nos despojaremos de nuestras cadenas. El cobre le pertenece a todos al igual que toda lo que nos dona la tierra y no a un circulo de manos deseosas de verdes billetes.
“de los cerros
abruptos,
de la altura
verde, saldrá el cobre de Chile
la cosecha
mas dura
de mi pueblo,
la corola incendiada,
irradiando
la vida
y no la muerte,
propagando la espiga
y no la sangre,
dando a todos los pueblos
nuestro amor
desenterrado,
nuestra montaña verde
que al contacto
de la vida y el viento
se transforma
en corazón sangrante,
en piedra roja.”

Fragmentos de Odas Elementales, oda al cobre, Pablo Neruda.